El estadio Mundialista es una obra que se inició en los 70 para que Tucumán fuera sede del Mundial del 78. Sólo se llegó a cavar el pozo en Horco Molle, Yerba Buena, (iba a estar semi sumergido, como en su origen fue el Chateau Carreras de Córdoba, hoy Mario Kempes, renombrado y remodelado), y por eso esa zona hoy se conoce como La Hoya, por el hueco que quedó. Luego, el gobierno militar detuvo los trabajos porque optó por hacerlo en Mendoza, dada su proximidad con Chile, que supondría más turismo desde el país trasandino, pese a que la cultura futbolera de Tucumán era y es muy superior a la de los cuyanos. Actualmente la cancha de Mendoza (Malvinas Argentinas) funciona como estadio único para esa provincia, aunque alberga pocas actividades.

En El Cadillal

Más adelante, el estadio único para 60.000 espectadores fue uno de los anuncios del ex gobernador Juan Manzur, realizado en 2017, que buscaba emular proyectos similares a los realizados en Salta, Santiago del Estero, Catamarca, San Juan, La Plata, San Luis y San Nicolás, que permitiera albergar eventos deportivos y artísticos internacionales o masivos. Nunca se concretó, más allá de un render de un soberbio coliseo junto al dique El Cadillal.

La Hoya: y pensar que allí debía estar el estadio mundialista...

En 2022, el intendente de Lules, Carlos Gallia, reflotó la idea de un estadio mundialista con capacidad para entre 45.000 y 50.000 espectadores dentro de ese municipio. A pesar de la presentación del anteproyecto y la firma de algunos contratos, las obras nunca se iniciaron. Hubo otra intentona en Famaillá, pero no trascendió más allá de una expresión de deseo.